La asunción de Sergio Massa como nuevo ministro de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura, Ganadería y Pesca nos pone en alerta a trabajadores, jubilados y sectores populares. Se trata de un funcionario con fuertes lazos con el establishment y preocupa que concentre la dirección de varias carteras importantes.
Los bolsillos ya se encuentran en un estado crítico, por lo que la continuidad de un rumbo económico orientado a satisfacer a los grupos financieros y de estricto cumplimiento de los condicionantes del FMI sería letal.
La reacción positiva que mostraron los mercados dan cuenta de la expectativa que se genera en los grupos económicos más poderosos del país con su arribo al Gabinete. Cualquier política que no esté orientada a recuperar el poder adquisitivo y mejorar las condiciones de vida del pueblo será errónea.

