Por Pedro Pesatti. Vicegobernador de la Provincia de Rio Negro. Cuenta red social «X».
En la víspera del Día de la Independencia, recibimos noticias que nos hieren a quienes creemos que un país se construye con instituciones.
Destruir Vialidad Nacional, vaciar el INTI, desmantelar el INTA, fusionar el ENRE y el ENARGAS, desregular salvajemente el mercado eléctrico, disolver el Instituto Nacional del Cáncer: eso no es gobernar, es dinamitar el entramado que sostiene el funcionamiento y el desarrollo de una nación.
Vialidad, con su carácter señero, integró a la Argentina en su vasta geografía, construyendo caminos donde antes no los había.
El INTA y el INTI llevaron conocimiento, producción y ciencia a cada rincón del país. Y el Instituto Nacional del Cáncer ofrecía sensibilidad y saber en el momento más difícil para miles de argentinas y argentinos que debieron enfrentarse a una de las enfermedades más crueles.
Este es un gobierno tecnocrático, frío, desalmado, que no gobierna para el país real —ese que vive del trabajo, la producción y el esfuerzo—, sino para los grandes fondos de inversión, los bancos, el capital especulativo y los intereses financieros. No busca modernizar ni hacer más eficiente y humano al Estado: busca simplemente borrarlo del mapa.
El Estado es la organización que una comunidad se da para poder vivir en comunidad. Sin Estado, la comunidad se disuelve, se pierde, y los individuos quedan librados a la ley de la selva.
A este gobierno, en resumen, poco y nada le importa que sus decisiones impacten de lleno en la vida concreta de las personas para quitarles futuro, partiendo de la deuda descomunal que durante décadas tendrán que pagar las sucesivas generaciones con privaciones que sufrirán en su diario vivir.
A pocas horas de celebrar el 9 de Julio, siento, por todo esto, una tristeza profunda que no puedo ni quiero callar.

